“Hay un momento donde te das cuenta que te perdiste de vos misma.”
En mi caso fue después de salir llorando de un curso de tejido en telar, después de años de ser “ingeniera exitosa”.
Yo tejo desde los 9 años. Podía pasar horas enteras con mis muñecas, una Singer a pedal y agujas de tejer. Una simple bolsa de trapitos y bollitos de lana era para mí un mundo de magia y alegría pura.
Pero crecí. La vida me llevó por otro camino: estudié ingeniería porque era “la carrera del futuro”, fundé mi empresa, cumplí con las expectativas… y en el medio me olvidé de disfrutar, me olvidé de mí.
Ese día, en un taller de tejido en telar, mis lágrimas me hablaron antes que mis pensamientos. Me mostraron que hacía años no hacía algo que realmente amara. Era mi esencia, recordándome que seguía ahí, esperando.
Después de ese curso, decidí tejer en telar con mi abuela.
Una noche urdí el telar y le propuse hacerlo juntas. Ella tenía 80 años, manos temblorosas y, a veces, no recordaba dónde estaba ni quién era.
Pero tejimos en telar hasta la madrugada. Y cuando terminamos la bufanda, vi en su rostro la felicidad más pura: todavía podía crear, todavía podía disfrutar. Esa carita la tengo grabada en mi corazón.
Esa noche entendí lo que quería: ver a más personas reírse, disfrutar, contarse historias, conectarse con su esencia. Ver ese brillo en los ojos que solo aparece cuando volvés a sentirte vos misma.
Con los años me formé, aprendí nuevas técnicas, exploré filosofías de tejido en distintos países. Pero descubrí algo más profundo: no alcanza con enseñar a tejer.
Muchas llegaban con miedo a equivocarse, con la autoexigencia encima, con la mirada del otro pesando sobre sus hombros. Llegaban derrotadas antes de empezar.
Por eso en Nuna fusionamos el tejido en telar con coaching ontológico, para acompañarte a sanar tu relación con el crear, liberar tu creatividad y transformar esos patrones internos que no te dejan fluir.
Aquí nada es rígido. Te sostenemos en el presente. Lo que sientas y lo que pienses en ese momento es lo que vale.
Mientras tus manos se mueven en el telar, te acompañamos con ejercicios de coaching que transforman lo que pasa adentro mientras creás afuera.
Procesos inmersivos de 1, 2 o 3 días en el campo, donde tejés en telar tu tejido y también tu mundo interior, en contacto con la naturaleza.
Técnicas básicas y avanzadas con acompañamiento cercano, para que aprendas a tu ritmo y refuerces tu poder personal.
Cada pieza tejida por mí y por las tejedoras de Nuna lleva la energía de quien la creó y el propósito de conectar con tu esencia.
Diseñados por mí con mirada de ingeniera y alma de tejedora, para que lo técnico nunca sea un obstáculo, sino una puerta abierta a tu creatividad.
Mi abuela cosía, tejía y también emprendía en su Catamarca natal. Todo eso me lo dejó como herencia.
Este proyecto es de las dos: ella lo inició, yo lo continúo.
Cada prenda, cada telar y cada experiencia en Nuna son, en el fondo, los colores del alma de quienes se animan a transformar su historia.
¿Estás lista para tejer tu propia transformación?